05.06.2023
En un contexto de retos constantes, no solo para la industria de los componentes de automoción, sino para la sociedad en general, Gestamp afronta esta era de transformación con la sostenibilidad como una piedra angular de su negocio. No es una opción, está en su razón de ser: ayudar a que la movilidad sea cada día más limpia.
Pero ¿qué implica para una empresa industrial trabajar en que la movilidad por carretera sea cada vez más sostenible? Implica que lo sea en sus operaciones, en toda su cadena de valor, y todo empieza con una gestión ambiental responsable.
Una gestión ambiental constante, clave para la mejora continua y la excelencia
Cuando se habla de gestión ambiental, se colocan sobre la mesa todos aquellos impactos que ayudan a tener un control más eficiente y, por tanto, responsable, del uso de los recursos naturales, la gestión del agua, de las materias primas o de la gestión de residuos, entre otros.
La gestión ambiental que se realiza en Gestamp es integral. Es decir, Gestamp establece objetivos ambientales en todas las etapas productivas a través de la aplicación de criterios medioambientales: desde la selección de proveedores y optimización de materias primas, hasta la gestión de consumos energéticos necesarios para la fabricación de componentes, la gestión de residuos y la gestión de emisiones de gases de efecto invernadero en la fase de uso del producto.
Con el fin de controlar y minimizar el impacto ambiental de su actividad, Gestamp ha establecido su propio índice de Desempeño Ambiental. Este evalúa y representa el desempeño ambiental de los más de 100 centros productivos de la compañía en base a los más altos estándares en los 24 países donde Gestamp tiene presencia, con criterios comunes para todos que están establecidos en base a la experiencia, independientemente de la legislación o del país en el que se encuentre cada centro.
Siendo un indicador anual con seguimiento trimestral, mide factores que van más allá de la certificación ambiental y cumplimento legal (ISO 14001 y Auditoría legal externa), sino que tiene en cuenta la calidad de la información, la gestión del agua, de las materias primas, de los residuos, de la energía y todas aquellas buenas prácticas que se realizan en las plantas productivas. En resumen, se trata de una gestión basada en la mejora continua y la excelencia, adaptada a las circunstancias locales de cada centro productivo.
El índice de Desempeño Ambiental de Gestamp no es sino el demostrativo palpable de que el cuidado del medioambiente está en el corazón de Gestamp. Integra la mejora continua y tiene por objetivo la excelencia operativa, teniendo en cuenta la gestión ambiental como un pilar para alcanzarla. Una excelencia operativa que se traduce en una producción responsable, un negocio que gestiona de forma eficiente sus recursos. Porque la excelencia operativa, para serlo, debe ser sostenible.